lunes, 12 de noviembre de 2012

Nueva York días 7 y 8

Y finalmente llegó el último día... al menos que pudiésemos disfrutar al completo porque al día siguiente cogeríamos el avión a a las 19:30h.

Nos fuimos hacia el Greenwich Village, uno de los barrios más encantadores de Nueva York.
Y allí mismo desayunamos uno de los mejores cafés de la semana, en un ambiente muy bohemio.

OMG! una flor en mi café!


Yo llevaba un montón de tiendas apuntadas para visitar, pero cuando estás por allí estás tan alucinado que te olvidas de todo...  Así que llegábamos al último día y todavía no había visitado una de las muchas papelerías que tenía anotadas. Situé una cerca del Village y cometimos el error de ir a primera hora de la mañana...


Cargamos con la bolsita todo el día, menos mal que aunque el gasto fuera mío, la carga se repartió entre las dos mochilas... :) Por cierto, $70 me dejé ahí dentro.... pero no véis mi cara de felicidad?! :))) Los trabajadores de la tienda nada más entrar te ofrecían una tarjeta con un descuento de un 20% en todo y te daban la bienvenida con una mesa llena de comida y café. Nosotros que somos muy vergonzosos educados no comimos nada, pero ahí podíamos haber desayunado perfectamente.

Los vecinos no quieren bicis en la calle y por eso dejan notas

La siguiente parada era Washington Square Park, famoso por su arco a lo Arco del Triunfo de París.




Continuamos por el Village en busca de los escenarios de las series más famosas.

Un rodaje de un anuncio de Mini?

Primer escenario: edificio de Friends!

Chandler asómate a la ventana!!!
Seguimos nuestro camino hacia Perry Street, calle donde se encuentra el exterior de la casa de Carrie de Sexo en NY. Por el camino, nos íbamos haciendo fotos en la puerta de todas aquellas casas donde nos gustaría vivir.



Puede que los perros del Greenwich Village sepan leer
Sesión de fotos de modelos/egobloggers?





Finalmente, en la calle más charming encantadora de Nueva York, llegamos a la casa de Carrie, situada detrás de una cadenita para que las fans histéricas no molesten.



Ese tubo que me sale por la espalda no es donde guardo las flechas, sinó unas láminas que me compré en el paraíso de la papelerías y que tuve que cargar todo el día. Alberto me dijo que no se veía en la foto...

Seguimos por la calle Perry hasta la pastelería más famosa de NY, The Magnolia Bakery, famosa por salir en un episodio de Sexo en NY.


Una escena de 3 minutos donde las protas se comían unas cupcakes en la puerta de la tienda, les dió la suficiente fama como para tener una tienda hasta en Dubai... Había leído que las colas doblaban la esquina de la tienda, aquel día, todo libre para nosotros.

Otra vez se asoma el tubito...

Compramos estas dos cupcakes por $3 cada una y unas galletas. Todo demasiado dulce para nosotros. Solo me pude comer una cupcake y el bizcocho de la otra. Muy empalagoso.

A partir de ahí, nos fuimos a Wall Street a ver todo aquello que estaba cerrado el lunes y a la visita de Federal Bank.


La bolsa de NY. Donde antes estaba la bandera, ahora hay un anuncio.

Comimos por allí cerca y fuimos a coger el ferry hacia Staten Island. Fue bastante decepcionante, nuestro ferry solo tenía ventanas y no balcones como los demás que pasaban por delante nuestro en sentido contrario... dificultó un poco las vistas, pero aún así las fotos merecen la pena.





Después de un paseo en ferry fuimos al famoso outlet Century 21. Todo era en plan mercadillo, pero encontramos algunos chollos. Yo, por ejemplo, me compré unas gafas de sol Lacoste por $30, unos 25€.

Y finalmente, para despedirnos de la noche newyorkina nos comimos una pizza buenísima en el famoso Grimaldi's. El domingo anterior fuimos expresamente a cenar, pero a las 9:30 de la noche nos dijeron que estaba cerrado...  Ese día sí que pudimos cenar... Y vaya cena! Eso sí, $30... (pizza + bebidas + impuestos + propina).


Al día siguiente, nos levantamos temprano para hacer la maleta y dejarlo todo arreglado. Guardamos las maletas en el hotel y nos fuimos a hacer las compras de última hora. A las 15h cogeríamos el taxi que nos dejaría en el aeropuerto.

Nos despedimos del Flatiron...

Nos volvimos a sentar en las escaleritas para contemplar el ambiente... al igual que el primer día.

Y le dijimos adiós al Chrysler...
Después de las compras pasamos por delante de la Biblioteca Pública, no habíamos podido entrar todavía así que aprovechamos.






Y esta última foto nos costó dos tazas rotas. Alberto no se percató de un escalón situado justo detrás suyo mientras hacía la foto y se cayó. El resultado fue el siguiente:


Casualidades de la vida, el último día en NY y la taza se rompe justo para partir el corazón en dos. Nos quedamos con la parte que tiene el asa y la otra la tiramos... No sólo literalmente dejamos parte de nuestro corazón en NY...

Después de comer, fuimos al hotel a recoger las maletas y paramos un taxi en plan newyorkers de toda la vida. Allí paras un taxi y les dices donde quieres ir, y ellos deciden si te llevan o no. El primer taxista nos dijo "JFK airport? no way!", bueno no dijo esto exactamente pero dijo que no nos llevaba. Cuando yo ya empezaba a ponerme nerviosa en plan "no vamos a llegar al aeropuerto", no pasó ni un minuto cuando Alberto paró a otro y a éste sí le pareció bien llevarnos al aeropuerto. Llegamos, facturamos y mientras esperábamos (1 hora larga) a embarcar hicimos cuentas con todos los tiquets que teníamos de lo que nos habíamos gastado... Mucho, nos gastamos mucho, pero como todavía estábamos en una burbuja en ese momento no parecía tanto. Y después de un viaje de 7 horas lleno de turbulencias llegamos a Barcelona.

Y hasta aquí el viaje de nuestra vida. Ahora mismo, doy por cerrado este capítulo, y digo capítulo porque al menos por mi parte nunca habrá un punto y final. Han pasado dos mesos y parece que volvimos ayer. Los recuerdos aparecen por todos lados y el cine y las series no ayudan a superarlo. Alguien hace poco me dijo "Nueva York enamora" y tiene razón. Estás allí y no eres realmente consciente de lo que estás viviendo. Nos ha marcado demasiado, tanto, que ahora mismo nuestra mente está cerrada a otros posibles viajes y esto no puede ser. Por eso, he decidido que lo  mejor para mi desintoxicación es dejar de hablar del tema (que no pensar).

Este blog deja de hablar de NY hasta nuevo aviso. Ahora tendré que volver a los temas triviales y superfluos de los que hablaba anteriormente, las visitas caerán en picado y este blog volverá a quedar en el olvido....

Solo tengo que cerrar los ojos para dejarme llevar al instante en que tomé mi foto preferida. Observando Bethesda fountain mientras un artista callejero canta "Here comes the sun" de los Beatles. Ya lo dijimos una vez, cada esquina una postal.