lunes, 22 de diciembre de 2014

Cosas que nunca pensé que haría en el 2014

Nos empeñamos en echar la vista hacia delante para evitar aquello del pasado que nos desagrada. Pero a veces, vale la pena hacer un recuento de los momentos buenos vividos sólo para darte cuenta que siempre todo es mejor de lo que esperabas. 

Hoy toca mirar por el retrovisor y recordar este año de locos.


Cosas que nunca pensé que haría en el 2014:

- Ir a Madrid y pasar un finde de emociones con mi madre.


- Ir a un concierto de los Backstreet Boys. Momento fan del año. No nos lo tengáis en cuenta. Maria me obligó.


- Cortarme el pelo. Esa no soy yo, más quisiera yo esas ondas.


- Ir a Berlín y pasarlo en grande.


- Escribir algo de lo que sentirme orgullosa



- Hacer un curso de inglés en Sevilla. Esto más bien es surrealista. Becada por el ministerio de educación. Más surrealista aún.


- Hacer turismo sola.


- Aprobar el Advanced! Esto a día de hoy lo sigo celebrando.


- Comer sushi en un banco a las tantas de la noche.


- Irme de viaje con mi mejor amiga.


- Encontrar un nuevo trabajo.



- El número uno de los clichés mundiales: conocerme a mi misma. Tan tonto como real.


Este 2015, más y mejor.

P.D. Todo lo deseado hace un año en este blog para este 2014 se ha cumplido.. todo, a excepción de un pequeño detalle. 

martes, 2 de diciembre de 2014

Road trip por Andalucía: Frigiliana, Ronda y Tarifa


Recogimos el coche en Granada y empezamos la aventura sobre ruedas... El primer destino era Frigiliana, un pueblo blanco de la provincia de Málaga que nos enamoró nada más llegar. Fueron unos 100km en coche, la mayoría de ellos de autopista. Estuvimos en el hotel Villa Frigiliana y desde la habitación teníamos unas vistas increíbles. Llegamos sobre las 6 de la tarde, descansamos, y fuimos a recorrer uno de los pueblos con más encanto en los que he estado nunca.









Estuvimos callejeando y haciendo mil fotos hasta que cayó la tarde. El pueblo iba oscureciendo a la vez que las luces de las casas se iban encendiendo. Llegamos a uno de los miradores principales y justo al lado vimos un restaurante con buena pinta y con unas vistas impresionantes. No me acuerdo del nombre, pero es fácil de reconocer, era todo al aire libre y la terraza estaba llena de palmeras y de sombrillas de paja.




Para seguir con la tradición del viaje... nos pusimos las botas. La fotografía gastronómica es mi nueva pasión.

A la mañana siguiente y después de una noche de risas, amanecimos de la mejor manera posible. Las palmeras que se ven es donde estuvimos cenando la noche anterior!





Sobre las 11, cogimos el coche y nos dirigimos hacia Ronda. Después de dos horas y unas cuantas curvas (lo mejor estaba por llegar) llegamos a la ciudad y aparcamos donde pudimos. No sabíamos muy bien donde ir, así que nos dirigíamos hacia el centro hasta que nos encontramos con esto...


Resulta que eran las fiestas grandes de Ronda, la feria de Pedro Romero (un tío de mi madre se llama así), que se celebra durante la primera semana de septiembre. La verdad es que era todo muy auténtico, todas las chicas jóvenes y no tan jóvenes iban vestidas de flamencas y la música inundaba el ambiente festivo.

Después de comer, sí, ahora vienen más fotos de comida, fuimos a ver el famoso puente de Ronda y estuvimos callejeando hasta la hora de irnos.









Ahora viene la parte divertida del día. Me tocaba conducir a mi, y el siguiente destino era Tarifa. Sabíamos que teníamos un par de horitas de viaje, media hora de carretera y luego todo autovía dirección a Algeciras. Pues bien, a falta de GPS (esto es ironía, llevábamos dos), yo tengo una ligera tendencia a pasar de lo que me diga el GPS y hacer caso a los carteles... Así que en cuanto vi un cartel que ponía "Algeciras" no me lo pensé. Resultado? 100km por carretera de montaña a 40km/h.

Llegamos al hotel, que estaba a las afueras de Tarifa, agotadas. Descansamos, hicimos un intento de meternos en la piscina (demasiado fría) y fuimos a cenar al pueblo. A la vuelta, ya bien de noche, a Maria le tocaron las carreteras con curvas del estrecho y sus inconscientes conductores...

A la mañana siguiente, acabamos de visitar Tarifa y fuimos al mirador desde donde se ve África.




Compramos pan y embutido en una tiendecita regentada por un surfero y nos fuimos a pasar el día a la playa de Zahara de los Atunes. Habíamos oído maravillas de las playas de Tarifa... y nos quedamos un poco decepcionadas. Tengo que reconocer que son playas 100% vírgenes y con accesos bien delimitados entre las dunas naturales (como toda playa tendría que ser, los paseos marítimos no es lo normal señores), pero en general no se diferencian mucho a lo que tenemos por aquí.




Después del día playero, carretera y manta y para Cádiz... Eso sí, antes pasamos por un bonito pueblo llamado Vejer de la Frontera. Pero eso...  eso es otra historia y otro post :)