jueves, 24 de abril de 2014

Lo mejor de nuestro viaje a Berlín

Había olvidado lo qué era viajar sin preocupaciones y sin planificaciones. Sin pensar meses antes cómo y a qué hora llegar al aeropuerto, sin estresarme con los desplazamientos en una ciudad que no conozco y sin ni siquiera pasarme por la cabeza dónde iba a dormir. Simplemente, había olvidado dejarme llevar.

Los viajes te cambian y te marcan a partes a iguales. Tres semanas en Irlanda siendo una jovenzuela me hicieron madurar a palos de golpe en lo que a viajes se refiere. Una semana en Nueva York me aportó un chute de energía y felicidad. Y cinco días en Berlín me han hecho darme cuenta de que hay más vida después de Nueva York (y qué vida!)... y que no es lo mismo ir por el mundo con 16 años que con 26. Así que podemos confirmar que sí, Berlín me ha marcado y para bien.

Dejando a un lado los misticismos y las reflexiones, esta entrada es un pequeño homenaje a este pequeño gran viaje. Quiero agradecer a las otras dos protagonistas de esta aventurilla las fotos, los consejos y las ideas para la elaboración de este post. Gracias por esto y por todo lo demás. Esto es de las tres.

Y aquí está lo mejor de nuestro viaje a Berlín:

- Unas vistas: desde el Viktoriapark. Quizás no son las más espectaculares de la ciudad pero merece la pena sentarse en las escaleras y arreglar el mundo desde allí arriba con unas cervezas.



- Un restaurante: Max und Moritz (Oranienstrasse 162). Qué mejor que te lleven a un restaurante alemán a degustar su copiosa gastronomía! 





- Un brunch: casa de mi amiga Alba o Kauf Dich Glücklich (Oderberger Straße 44). Sin ninguna duda recomiendo casa de Alba para ir a hacer el brunch, ella es muy maja, os sentiréis como en casa. Lástima que no me acuerdo de su dirección, era algo como Snbkasdgnksg Strasse. El problema es que la chef se vino conmigo de vuelta en el avión, así que no os aseguro que los huevos revueltos salgan igual. Si no encontráis casa de Alba (seguramente, ya que he dejado caer los dedos al azar en el teclado para escribir una posible calle alemana), podéis acercaros al Kauf Dich Glücklich. A medida que nos acercábamos al lugar, las calles eran cada vez más encantadoras y un ambiente especial se respiraba en el lugar. Cuando Alba dijo "es ahí" y vi a lo que se refería por AHÍ me dio una taquicardia de bonitismo (y eso que todavía no había ni entrado). Entramos, pedimos 3 brunch para las 4  y nos dijeron que había que esperar media hora para tenerlo todo en la mesa. La espera valió la pena, quesos de todo tipo, mermeladas, salsas, embutido, fruta, panes de todas las clases (qué panes!)... En fin, super recomendable, bien de precio y en un ambiente único. Se cumplió aquello de desayunar y cotillear en la cafetería más encantadora que encontremos... y superó las expectativas.






- Una locura: cruzar los 2 km de pista del aeropuerto de Tempelhof. Las cosas espontáneas es lo que tienen, ¿hacemos mil transbordos en metro para llegar al próximo destino o cruzamos la pista de un antiguo aeropuerto convertido en parque para llegar a él? Pues eso, aeropuerto! Yo recuerdo andar y andar, y de vez en cuando girarme y darme cuenta de que no avanzábamos...



- Disfrutar de la primavera: en el mercadillo de Kreuzberg.

Vistas desde el mercadillo

- Una noche de domingo: en el club el Visionäre (Am Flutgraben, 1). "Sus baños dan asco", eso dice la Lonely Planet de este club a pie del río, lo corroboramos. La verdad es que su situación es espectacular y los personajes que allí te encuentras dan para un montón de anécdotas... Te puedes encontrar al doble de Mick Jagger y conocer a un bosnio (en serio, alguien conoce a un bosnio?). A la luz del día incluso parece un lugar tranquilo donde tomarse un café...

Via ClubRegion


- Una frase: water for the fishes. Esto no necesita explicación, cada uno que lo interprete como quiera.


- Un tentempié: un brezel (o pretzel).



- Un instante: todos aquellos momentos en que nos tomábamos un descanso y escribíamos todo lo vivido.



- Un icono: el Ampelmann.




- Un barrio: Kreuzberg. Calles adoquinadas, gente peculiar, terrazas encantadoras, qué más se puede pedir?




- Arte urbano: pintadas de los patios interiores.



- Una palabra: Ausgang (salida en alemán). Durante unas horas pensamos que era una estación de metro muy común.


- Un deseo:  ((________________))



- Un parque: Mauerpark, su mercadillo, su karaoke, su gente estrambótica y las barbacoas de usar y tirar.







- Una parada de metro: Alexanderplatz o cualquiera que dé al aire libre...




- Algo relajante: estar de cháchara hasta la tantas...



- Una fotógrafa confidente:

Hola Montse! (FO-TA-ZA)



- Una gran anfitriona y el alma de la fiesta:

Aquí parece que no haya roto nunca un plato...

- Unas compañeras de viaje:



Gracias. Gràcies. Danke.

jueves, 10 de abril de 2014

Cosas que vamos a hacer en Berlín

Si hay algo que me gusta tanto o más que el hecho de viajar, es planificar el viaje.
Teniendo en cuenta el próximo destino, las listas en mi cabeza son interminables así que, qué mejor que un sumario de todas esas cosas que vamos a hacer en Berlín esta semana santa. 

- Abrazar a una amiga que hace tiempo que no vemos.

- Pasear por el East Side Gallery, la mayor galería de arte al aire libre del mundo y la mayor parte del Muro de Berlín que se conserva.

Via super_chiarina

- Deambular por la encantadora plaza de Gendarmenmarkt.



- Desayunar y cotillear en la cafetería más encantadora que encontremos. Cotillear y desayunar, qué más da el orden.



- Ir al mercadillo de Mauerpark y comprar alguna cosa estrambótica.



- Descansar y tomar algo en la cervecería-terraza más antigua de Berlín, el Prater Biergarten.



- Comernos un currywurst por la calle.

La foto más artística que he podido encontrar de algo tan calórico.

- Pasear por el barrio de moda, el Kreuzberg.



- Subir a la cúpula de la catedral y quedarnos boquiabiertas con las vistas.

Via visitaberlin.com

- Perdernos entre los bloques del monumento al Holocausto.

Via El Huffington Post

- Pasear en bici por el Aeropuerto Tempelhof, un antiguo aeropuerto convertido en parque. La idea de la bici me la han pasado por radiopatio whatsapp, lo del aeropuerto-parque ya lo tenía yo en mente...

Via visitBerlin

 - Desconectar, reír... y disfrutar de las pequeñas cosas.



Nos vemos a la vuelta, con más y mejor.