martes, 24 de febrero de 2015

Maneras de contar tu historia



 
"There are two ways of telling your story. One is to tell it compulsively and urgently, keep returning to it because you see your present suffering as the result of your past experiences. But there is another way. You can tell your story from the place where it no longer dominates you. You can speak about it with a certain distance and see it as the way to your present freedom."

- Henri Nouwen

______

"Tienes dos maneras de contar tu histora. Una de ellas es contarla compulsivamente y de manera apresurada, constantemente haciendo referencia a ella, ya que interpretas tu actual sufrimiento como el resultado de tus experiencias del pasado. Pero hay otra manera de hacerlo. Puedes contar tu historia desde un lugar donde ella no te domina. Puedes hablar sobre ella desde cierta distancia y verla como el camino hacia tu actual libertad."


lunes, 16 de febrero de 2015

Road trip por Andalucía: Cádiz y un poquito de Vejer de la Frontera


Seguimos con los posts de Andalucía!

Recapitulemos. Nos quedamos allá en aquella paradisiaca playa de Tarifa. Después de comernos unos bocatas cutres hechos por nosotras mismas, cogimos el coche con las pintas de guiris playeras y fuimos hacia Vejer de la Frontera. Este pueblecito nos pillaba de camino a Cádiz, y nuestra amiga del alma del blog June Lemon, lo recomendaba como el pueblo más bonito en el que había estado nunca. Nosotras que somos muy fans de esta chica nos la creímos a ciegas y para allá que fuimos.

Yo estaba conduciendo tan tranquila cuando vi un pueblo blanco encima de una montaña... y se me ocurre decir "Maria, espero que eso de ahí no sea Vejer de la Frontera". Premio! El proyecto final del máster en conducción por carreteras peligrosas en coche ajeno acababa de empezar. Solo digo que subí en primera durante los 10 min de trayecto. Llegamos y dejamos el coche en un parking (este dato es importante). Y el pueblo más bonito de mundo resultó ser eso, un pueblo. No sé si sería el sol, el cansancio, o qué sé yo, pero el pueblo.. ni fu ni fa. Dimos una vuelta, hicimos cuatro fotos y nos enfadamos con June Lemon por habernos hecho ir hasta allá arriba.

No recordaba que la plaza fuera tan bonita,oye.




Como veis, cuatro fotos literalmente.

Después fuimos a buscar el coche al parking y resulta que la salida del susodicho era 4 plantas hacia abajo. Aparcamos en el -1 y tuvimos que ir bajando hasta la planta -5 haciendo mil maniobras. Sudamos la gota gorda, con mi ford fiesta del 2000 no me pasan estas cosas. Luego, tocaba bajar la montañita.. otra vez en primera, y peleándonos con vejeriegos y vejeriegas que subían hacia el pueblo en sus coches grandes.  Me gustaría decir que nuestra aventura en coche acabó con estas anécdotas... pero no.

Llegamos a Cádiz con calma y sosiego, aparcamos el coche donde pudimos y nos fuimos al Hostal Fantoni, cerca del centro. Descansamos un poquito, hicimos el tonto y ya de noche salimos para cenar a un sitio típico que nos recomendó el dueño del hostal. Las fotos están hechas con el móvil y la calidad no es muy buena, pero el sitio es para ponerte las botas. Muy muy recomendable.


Cervecería Las Flores, en la plaza de las flores. Lo típico de Cai, pescaíto frito.

Fuimos a dormir pronto que el coche nos había dejado muertas y al día siguiente teníamos que ver Cádiz en medio día.

Al día siguiente, para desayunar, seguimos el consejo otra vez del hostalero y fuimos a comernos unos churros a la misma plaza del pescaíto frito, al Cafe Bar La Marina. Unos churros finísimos muy ricos con un café con leche.

Esa mañana la dedicamos a recorrer la ciudad de arriba a abajo, fue duro porque el calor era insoportable.




Espectacular la catedral de Cádiz, inmensa y en una plaza preciosa. A partir de ahí, fuimos callejeando para buscar la costa y bordearla. Las calles y los edificios parecían de postal.


 
 







El calor era horrible y no podíamos hacer otra cosa que ir parándonos de vez en cuando a descansar y a beber un poco de agua, fue entonces cuando Maria se miró los pies y ...


A día de hoy aún no sabemos donde metió la zapatilla derecha, las risas que nos echamos en un momento fueron buenas. Parecía como alquitrán, en ese momento estaba como mojado, pero al final del día aquello era como una piedra.. jajajajaja. Hicimos un estudio exhaustivo de las fotos de la cámara investigando en que momentos la zapatilla estaba blanca y en cuales no, pero no averiguamos nada. La única posibilidad es que hubiera metido el pie en alguna zona en obras. No hace falta decir que esas zapatillas se quedaron en alguna papelera andaluza...

Todavía entre risas seguimos paseando...





Yo aquí me estoy partiendo porque el señor de gorro del fondo me acababa de decir mientras yo hacía gañotas para la foto "Por muy fea que te pongas, vas a salir guapa igualmente". Olé el señor ahí delante de su mujer. El arte del piropeo andaluz estuvo presente todo el viaje, es lo que tiene ser un par de bellezas... Hubo una frase épica que olvidé ponerla en su momento, en Ronda a Maria un señor le dijo "Ere un ángel" (léase en andaluz)...

Pero el momento GRANDE de piropeo pasó en Sevilla... y está grabado en vídeo...

Aclaración: todos los piropos venían de hombres que podrían ser nuestros padres (o abuelos).





Cádiz fue uno de los descubrimientos del viaje. Es una ciudad con muchísimo encanto y nos faltó tiempo para poder descubrirla al 100%. Después de comer nos teníamos que ir hacia Sevilla porque teníamos que devolver el coche de alquiler sobre las 5 de la tarde.

Fuimos a buscar el coche, preparamos el GPS y nos pusimos en marcha. Estábamos saliendo de Cádiz cuando en la pantalla del coche escuchamos un pitido y nos salió el siguiente mensaje "Fallo grave. Revise urgentemente".  En ese momento, a mi solo me faltó ponerme a llorar. Paré donde pude, y mientras Maria sacaba papeles y más papeles del coche de no sé donde, apagué y encendí el motor varias veces hasta que ya no salía ningún mensaje. Sí, los coches son como los ordenadores, si no van prueba a reiniciar. Salimos de Cádiz en silencio, un silencio incómodo y tenso, 100km hasta Sevilla entre risas nerviosas. Llegamos a la estación de Sevilla sin ningún incidente, devolvimos el coche y salimos corriendo, literalmente. Bueno, antes de irnos nos dieron el título anteriormente mencionado, Máster en conducción por carreteras peligrosas en coche ajeno... con matrícula de honor :)