Hace tiempo que quiero escribir algo, algo
sobre cómo me siento, sobre lo que me importa ahora, sobre lo que ya no me
importa, sobre lo que pasa por mi cabeza, sobre mis sueños, sobre los nuevos
recuerdos, sobre lo que está por venir y sobre lo que ya no vendrá.
Me gustaría escribir también sobre las nuevas
ciudades y rincones que estoy descubriendo, sobre las personas que han
aparecido en mi vida, sobre aquellas que ya no están y sobre las que agradezco
infinitamente que todavía estén, sobre los nuevos restaurantes, sobre las noches
que parece que no acaben y sobre las mañanas con ojeras de felicidad.
Podría estar bien escribir sobre lo que he
aprendido y sobre lo de conocerme a mí misma, sobre el rencor, la sinceridad, la
culpa y el perdón, y también sobre lo de dejarme llevar y fluir, sobre los
nuevos retos y sobre lo que tengo que hacer para llevarlos a cabo, sobre mis
inquietudes y sobre lo bien que duermo por las noches.
A veces, me gustaría escribir sobre el
pasado, otras sobre el futuro, pero sobre todo del presente, sobre los viajes
inesperados y los que vendrán, sobre planificaciones y organizaciones, sobre
listas y planes mentales, sobre mesas para doce personas, sobre las risas a
carcajadas y sobre los lloros de pena y de felicidad. También sobre la suerte,
las señales y las conexiones, sobre cantar en el coche y sobre bailar de madrugada, sobre
pintarse las uñas, cortarse el pelo y pintarse los labios de rojo.
No me podría olvidar de escribir sobre la
primavera, o volver a hacerlo sobre el invierno, pero es mucho mejor escribir
sobre el verano y el otoño, también sobre el mar, la playa y las excursiones,
sobre acordarte de algo y reírte sola por la calle, o sobre la comida, las
tapas y las cañas, sobre los encuentros fugaces y los inesperados, sobre las
cenas a dos, a tres, a cuatro o a cinco.
Y ya que estamos, incluso podría escribir
algo sobre los días de lluvia y sobre los días de sol, sobre los paseos con mi
perro que me dan paz y serenidad, sobre los silencios incómodos que estallan en
risas y sobre tonterías que me acompañan durante semanas, sobre los mensajes y
llamadas de madrugada, sobre las sonrisas que me llenan el alma, sobre miradas
cómplices entre amigas que lo dicen todo y sobre películas que dan que pensar.
Resulta que tenía ganas de escribir sobre
algo y al final, he escrito sobre todo.