Recogimos el coche en Granada y empezamos la aventura sobre ruedas... El primer destino era Frigiliana, un pueblo blanco de la provincia de Málaga que nos enamoró nada más llegar. Fueron unos 100km en coche, la mayoría de ellos de autopista. Estuvimos en el hotel Villa Frigiliana y desde la habitación teníamos unas vistas increíbles. Llegamos sobre las 6 de la tarde, descansamos, y fuimos a recorrer uno de los pueblos con más encanto en los que he estado nunca.
Estuvimos callejeando y haciendo mil fotos hasta que cayó la tarde. El pueblo iba oscureciendo a la vez que las luces de las casas se iban encendiendo. Llegamos a uno de los miradores principales y justo al lado vimos un restaurante con buena pinta y con unas vistas impresionantes. No me acuerdo del nombre, pero es fácil de reconocer, era todo al aire libre y la terraza estaba llena de palmeras y de sombrillas de paja.
A la mañana siguiente y después de una noche de risas, amanecimos de la mejor manera posible. Las palmeras que se ven es donde estuvimos cenando la noche anterior!
Sobre las 11, cogimos el coche y nos dirigimos hacia Ronda. Después de dos horas y unas cuantas curvas (lo mejor estaba por llegar) llegamos a la ciudad y aparcamos donde pudimos. No sabíamos muy bien donde ir, así que nos dirigíamos hacia el centro hasta que nos encontramos con esto...
Después de comer,
Ahora viene la parte divertida del día. Me tocaba conducir a mi, y el siguiente destino era Tarifa. Sabíamos que teníamos un par de horitas de viaje, media hora de carretera y luego todo autovía dirección a Algeciras. Pues bien, a falta de GPS (esto es ironía, llevábamos dos), yo tengo una ligera tendencia a pasar de lo que me diga el GPS y hacer caso a los carteles... Así que en cuanto vi un cartel que ponía "Algeciras" no me lo pensé. Resultado? 100km por carretera de montaña a 40km/h.
Llegamos al hotel, que estaba a las afueras de Tarifa, agotadas. Descansamos, hicimos un intento de meternos en la piscina (demasiado fría) y fuimos a cenar al pueblo. A la vuelta, ya bien de noche, a Maria le tocaron las carreteras con curvas del estrecho y sus inconscientes conductores...
A la mañana siguiente, acabamos de visitar Tarifa y fuimos al mirador desde donde se ve África.
Compramos pan y embutido en una tiendecita
Frigilliana ofrece muchísimas oportunidades fotográficas. Nosotros estuvimos hace unos dos tres años, y las calles y el color de las fachadas y las macetas que las visten. dan un juego tremendo.
ResponderEliminarTarifa lo tengo aun marcado para ir, cuando se pueda...
Saludos,
MA