lunes, 5 de octubre de 2015

Estaba pensando...




Estaba pensando que me podías dar un beso de esos que a veces me das,
de esos que me dejan un poco tonta y con ganas de más. 

Quizás, podríamos ir a cenar a aquel sitio donde fuimos cuando nos conocimos.
 Prometo que esta vez invito yo. Y que te dejo elegir a ti.

¿Qué te parece si después vamos a nuestra heladería favorita?
Esa que está lo suficientemente cerca,
pero lo suficientemente lejos del bullicio ese que odiamos. 

Luego podríamos dar un paseo, y al cabo del rato darnos cuenta que hemos
andado demasiado y que aún tenemos que volver. 

Vayamos a casa y hablemos en la cama hasta las tantas. 
Los dos trabajamos mañana, pero ¿qué más da? 

Hablemos de sueños y esperanzas, de decepciones, preocupaciones y alegrías,
un poco del pasado y mucho del futuro.

Seguramente se me escape que he estado buscando vuelos a aquel lugar que hablamos el otro día.
¿No hablamos de sueños? Pues hagámoslos realidad.

Ten en cuenta que cuando durmamos, te quitaré todas las sábanas.
También hay altas probabilidades de que te arrincone en una esquina.  

Abrázame mientras duerma, porque a veces lo necesito.

No te pido que te quedes a mi lado para siempre, yo no hago esas cosas,
pero no estaría nada mal que lo hicieras. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario